Ser obediente
Jesús dijo: " Si me amáis, guardad mis mandamientos" (Juan 14:15) Cuando decides amar a Dios, nuestro deseo es obedecer. Le expresamos un amor genuino obedeciendo su Palabra. Un amor que impide seguir sus mandamientos es un amor falso.
El amor es una motivación detrás de la verdadera obediencia y esta obediencia también fluye por medio de la fe; ser obediente significa "escuchar atentamente" y esto implica acatamiento o sumisión en la carrera militar el no sujetarse a la autoridad a medita una sanción.
La verdadera obediencia se basa tanto en el amor a Dios como a la fe en Él, pues esto lo lleva a estar "Plenamente convencido de Dios era también poderoso para hacer todo lo que había prometido" (Romanos 4:21) .
La desobediencia es una actitud del corazón y esta no te permite ver la voluntad de Dios, nuestra naturaleza pecaminosa es rebelde por herencia y siempre se resiste a la verdad.
Porque lo que hago, no lo entiendo; pues no hago lo que quiero, sino lo que aborrezco, eso hago.
Y si lo que no quiero, esto hago, apruebo que la ley es buena.
De manera que ya no soy yo quien hace aquello, sino el pecado que mora en mí. (Romanos 7: 15 al 17).
No permitas que nada te empuje a la desobediencia pues esto tomará control de ti y te llevara a la rebeldía.